jueves, 31 de enero de 2008

Los herederos de Juan Cuesta

Sí, queridos lectores y amigos la mayoría, a pesar de estar viviendo tiempos de infidelidad, infelicidad, tecnocracia, mileurismo, agujeros en los calcetines y en el corazón, aún hay esperanza. Hay esperanza en los barrios y para ser más concretos en los vecindarios. Ayer, sin ir más lejos vivimos una bonita reproducción de un Belén sin niño Jesús ni burra ni toro en nuestro vecindario. Hicimos una pre-reunión de vecinos así informal, como el que tira un chicle al suelo. Algunos integrantes declararon su ilegalidad, pero a mí me da igual, yo me río mucho. Estuvimos barajando la posibilidad de instalar una cabina en el rellano, en plan aeropuerto o sala de espera de dentista. Lo único es que habría muchas interrupciones, y la felicidad de hablar por teléfono tirado en la cama moriría por su falta de uso (una pena). También hablamos de dividir o no bienes materiales. De nombrar presidentas y secretarias. Y de cosas varopintas. La reunión legal de vecinos quizás sea este domingo o un lejano día de no se sabe qué mes. Ya que la vecina 3 dimite, no me importaría ser presidenta. Aunque luego tenga fama de matona. En fin, ya se verá. Si me toca de becaria también me parecerá muy bien. Hablemos de los vecinos/as, esa familia lejana tan cercana a nuestros micromundos. En ellos, muchas veces, está la respuesta.

lunes, 28 de enero de 2008

Berlín mon amour

Los extraños, alienantes a la par que útiles aviones te teletransportan en un 3 x 2 y no tienes tiempo ni de sintonizar tus ondas alfa locales con las que están por conocer, seguramente extranjeras. El caso es que por enésima vez nos hemos liado la manta y la visa a la cabeza y nos hemos teledirigido a una ciudad de los mil amores, secretos y perfume de arte: Berlín. Aunque creo que es la tercera vez que voy, en el extraño formato de fin de semana, la ciudad es un gran organismo que te fagocita y te llena de ideas estupendas. Supongo que elementos como el espacio, piedras grandes como peces embaldosando la ciudad y gente muy simpática sin interés sexual aparente por tu persona, influyen a la hora de nombrar Berlín el destino del mes. Me quedo con su comida, tiendas, tazas de café con leche donde puedes hacer submarinismo, graffitis y stickers, números bonitos que señalizan portales viejos y por estrenar y que siempre me acabo riendo bastante. Quedamos con los exiliados 1 y 2, encantados de la vida en la ciudad con tantas cosas por descubrir. Comimos como gallinas de engorde y bebimos también como si el apocalipsis fuera a materializarse esta tarde (igual sucede). Me faltaron unos bailoteos, creo, pero 48 horas largas no logran abrazar a esta mujer gigante. Y luego estaba todo lo que queríamos ver tipo museos bla bla. Pero bueno, confiemos que el próximo convenio de publicidad nos conceda un triple puente por el bien de nuestra salud mental. Prometo poner alguna foto que lo explique todo.

viernes, 18 de enero de 2008

Cómo se teledirige a un grupo

Hoy tenemos salida escolar con ex combatientes de nuestras filas publicitarias y nuevos afiliados. El tema es: ¿Cómo ordenar 10 cabezotas bien distintas unas de otras? Que si uno come macrobiótico, el otro comida libre toxinas, el otro sólo comida cultivada en los bosques de Sherwood, bla bla bla...Y luego, una vez se ha decidido que se irá a cenar a un restaurante judeo-masónico ambientado como un baño turco, está el tema de: a ver qué tal todo. El concepto todo incluye: espero hablar por los codos y divertirme, que el servicio sea ligeramente simpático (y no camaradas que en realidad son artistas y performers y te hacen el gran favor de servirte un humus putrefacto en la mesa acompañado de una cara de imbécil supremo) y que no nos arruinemos con las rondas librepensadoras de chupitos. En fin, así son las salidas en grupo. Las cosas buenas de este tipo de aventuras son: te ríes bastante, se suele bailar la conga en algún momento de la noche, alguien te tira una bebida pegajosa en el canalillo, pero nada parece demasiado grave, etc...
Pues nada, si divisáis a un grupo de zombies esta noche por la ciudad, puede que seamos nosotros. Y sí, solemos gritar bastante y hacer coreografías ochenteras.

martes, 15 de enero de 2008

Entre quesos y bidones de agua

Este fin de semana rompí por enésima vez el cerdito rosa acojonado lleno de cobre y me fui a Bruselas. Objetivo: ver a mis amigos A, B, C y D. Muy divertido. C y D se casan y fuimos a ver el sitio elegido para tan magna ocasión: una pista de tenis en medio de un bosque que servirá de pista de vals y de lo que surja. Se requerirá tienda de campaña para aparcarse después de las celebraciones. Qué malas son las resacas en una tienda de campaña. Tengo miedo. Aún recuerdo a Dani no sé qué haciendo la fuente en la tienda, vomitando líquido verde por la boca, una orgía visual sin fin. Ya he pensado que tendremos que desterrar al tacón, porque se quedaría incrustado en la pista de tenis como una velita en un pastel de cumpleaños. El caso es que al lado de la pista había una granja. Cómo me gustan. Lo mejor fue el festín de quesos que probamos: de ortigas, hierbas griegas, nueces y pimienta. Y luego algo así como un litro de leche libre de química alguna. Aviso que la reacción química tendría lugar horas más tarde: tuvimos explosiones estomacales con evacuacines incluidas. Conclusión: No estamos acostumbrados a las cosas demasiado verdes y naturales. Una pena.
Visitamos Amberes a medias, el frío no ayudaba mucho y al día siguiente inmersión en un spa. Qué risa. Por 20 euros te metes en una especie de jacuzzi, cual tropezón gigante y te dejas hervir. La mitad del spa era nudista, y allí pude gozar del festival de la carne envasada: muuuucho pito, muuucha pechuga, tatuajes insospechados, el doble de Tito Valverde con mucho pelo en todas partes, saunas sensuales y barreños de agua estilo Wild West donde te remojabas en pelota picada. Mi amigo B se metió en el barril tan pichi y luego no podía salir. Casi me meo de la risa. También hicimos un baile dentro del barril, tipo el Footlose de Jackie. Entre bromas, agua helada y 5 grados de temperatura exterior, me pillé un no sé qué y ayer estuve enferma, con una tos tipo perro pulgoso que me ha matado.
Es lo que pasa por volverse loco a bajas temperaturas.

viernes, 11 de enero de 2008

Hola, no me apellido Hilton

Quedo con unos amigos-extensiones de mi alma para copas y risas en bar decente pero con humos excesivos. El bar en sí mismo es un lugar agradable, hay camareros terapeutas (majos) y zorrones verbeneros (déjame en paz) y un mantra que se repite como un ajo mal digerido una vez pasas por la puerta del bar: "Mira, es que está todo reservado para comer/cenar. Lo único, si quieres, tomarte algo en la barra y cuando vengan los de la reserva te vas". En plan, te damos un papel de figurante en una peli romana de tercera y me vas a pagar mucha pasta. Porque te estoy dando una super oportunidad. Oye, que hay más bares que setas en Barcelona.
Lo que más me irrita del tema es el famoso tono. La idea es que "Si te apellidaras Coixet o fueras un broker engominado, por mi como si te instalas en el candelabro, pero como pareces una más del montón te voy a torear y vas a hacer lo que yo te diga". No gracias! La verdad es que cada día mis huevos toreros aumentan y no me gusta sentirsme de tercera regional por no llevar nada colgando de mi cuerpo que ponga Chanel o por no ir con un Mac Book pro colgado de la chepa.
El mundo de las apariencias, es eso, humo chungo de discoteca. Si no fuera por los excelentes vermuts que preparan no volvería a ese lugar. Me voy a ir buscando una bodega de tercera donde se alegren de verme pasar por la puerta. Si estás harto de los estirados y las jugueterías chinas, lo puedes poner en los comments o llamarme.

jueves, 10 de enero de 2008

Allioli power

Voy con los compañeros de trabajo al Tomy, un bar de barrio lleno de fritanga y alegría. Lo que agranda mi corazón es que la camarera jefe dice todo el rato qué te pongo cariño, algo más cariño. Sí, el cariño produce adicción, como el champán rosa. Y luego está la fritanga, tan libre ella en el plato oblicuo, tan descarada, tan tómame o déjame, te voy a poner unos michelines que ni en Cambio Radical, te voy a meter mano y embutir tus piernas, una copia exacta de las columnas dóricas del Partenón...Esa soy yo, la fritanga española, directa del árbol a la sartén. La conversación en este lunch informal ha sigo regulera: lamentos sobre tal, cantos a cuál, me gustaría que Pascual... Ya se sabe que este horario hispánico de gástate 2 horas como te dé la gana es así, fomenta el compañerismo y los amores prohibidos. Luego lees las encuestas que revelan que todos los de la oficina están enredados entre ellos. ¡Pero si conoces mejor a tu compañero que a ese ligue internáutico con el que compartes alegrías y ansiedades!. En fin, a ritmo de patata brava les dejo. Creo que me ha afectado la sinapsis y todo se ha mezclado de nuevo: la patata con el cariño, el lamento con la columna dórica. Espero sueños y delirios incubados pasados por la sartén, porque haberlos, haylos.

miércoles, 9 de enero de 2008

Tengo ideas en los bolsilllos

Los semáforos son los confesionarios de la modernidad. A falta de una amenaza certera de que el limbo nos espera y la necesidad de visitar el frate de turno para confesar nuestras debilidades, la gente suele aprovechar los semáforos para hacer breves exámenes de conciencia y recordar infidelidades, pensamientos peregrinos y la lista de la compra. Y la lista de culos del día o de comentarios inteligentes interceptados. Yo personalmente me evado. Controlo la circulación, los zapatos que lleva la gente, los motoristas contiguos y avanzo con mi pequeña montura hasta nuevo aviso. También hago test psicotécnicos de personalidad. Viniendo hacia aquí he visto a un motorista con zapatos ingleses (creo) caros de color caca (raro) con los cordones rotos (raro también, signo inequívoco de descuido) y luego llevaba unas gafas de fantasía tipo cuadraditos blanco y negro. Definitivamente no creo que se tratara de un recaudador de impuestos, quizás un freelancer de algo creativo con un gusto particular. La vida continúa su curso, los semáforos siguen corriendo, como un marcador infinito y ahora veo el inicio de la puesta de sol silenciosa de las 4 de la tarde. Podéis contarme vuestras fantasías y to-do-list en rojo, ámbar y verde, al menos nos reiremos un rato.

martes, 8 de enero de 2008

El arte de tener sueño

Parece fácil aunque laborioso gastarse un look descuidado, en plan media perilla mal afeitada, pelo revuelto, ropa semi mal puesta bla bla...El truco para parecer algo así como un publicitario o diseñador gráfico o dj trasnochado es tener sueño. Porque una vez tienes sueño por la mañana, nada puede ir a peor: desayunas rápido, te manchas por el camino, se te pega la legaña, en plan peca postiza, y no hay quién las saque, corres por la calle como huyendo de un ataque enemigo, igual pisas una mierda o te enredas con una correa de perro (casos verídicos) y entonces tu look es una penita. Cuando tengo sueño llevo combinaciones de ropa tirando a reguleras, no hablo hasta las 12 del mediodía y no abro un word aproximadamente hasta esa hora. Pero oye, esto del blog es un enganche: son las 10.23 y estoy repicando las teclas de San Word. ¡Oremos!
Poco más puedo añadir por el momento. A ver si abro el ojo del todo y empieza a trabajar en un apasionante caso de case study de un curro de la agencia. Glups.

lunes, 7 de enero de 2008

Día de vasallos

El día 6 asomó su cabezota festiva por el calendario. Yo tengo que confesar que le tenía algo de miedo. Mi amante fijo se confundió de día y me dió el regalo un día antes de lo que tocaba. Me dió mucha pena, porque es como tomar las peras de San Juan en abril o el brazo de gitano un lunes a las 10 y cuarto de la mañana...Pero es que supongo que la tristeza vive conmigo agazapada en el cerebelo, y cuando menos lo espero: zas! Salta, y lo llena todo de melancolía y la gama de grises. Así que el día 6 amaneció soleado pero al mismo tiempo llorón y desinflado. Oía por la ventana a las familias, esa institución entre festiva y monstruosa al mismo tiempo, como pisoteaban los adoquines ruidosos, alborozados, con sus dos mil cajas debajo de las axilas empapadas de emoción. Con sus sonrisas de "Qué bien lo hemos hecho este año. Casi me dejo los dos riñones en el Hipercor pero tenemos el juego de sartenes y la wii para zurdos. Excelente"
Y yo seguía ronroneando en la cama, como una iguana gigante frotándose con las sábanas. Y sí, mi cabezota salió a la superficie hacia las tres de la tarde, llena de nieblina y odio para el día 6.
Luego llegué a mi pequeño vecindario de mujeres fuertes, independientes y demasiado sensibles y me encontré a mi vecina kleenex en mano, cagándose en el día 6. En fin, feliz día de reyes y vasallos. Hoy me he comido un huevo Kinder y me siento mejor.

viernes, 4 de enero de 2008

Efecto subidón y los astros

Ahora, fruto de mi carácter excesivo (un clásico) no puedo de momento parar de escribir. Mi cabeza mastica ideas como una excavadora y ronronea. Siempre tengo hiperactividad mental, no sé si es algo común de los que no somos ejecutivos o Product Managers y no estamos sometidos a un estrés paranormal o es fruto de los astros de Géminis. A ver, ¿hay algún otro géminis en la sala? Dicen que es un signo muy "chulo" pero la verdad es que agota bastante. Me gustaría saber si alguien saca pecho y se enorgullece de ser Aries o Sagitario. O simplemente es un maniobra más para distraernos de las hipotecas. La verdad es que tengo cierto enganche a los horóscopos y a una aplicación demencial: la tirada del día del Tarot de Marsella. En una palabra: apasionante. Se supone que descubres tres cartas y te cuentan cómo te va a ir la feria. Lo mejor de todo es que debe ser un programita super random que te va saliendo, pero resulta bastante verosímil. La verdad es que desde diciembre no lo he tocado. Presiento aires de madurez o simplemente de vagancia. No puedo parar de apretar teclas aunque por el bien de la audiencia, será mejor que me controle.

Hola, esto es más que una prueba

Vamos a estallar una botellita de champán rosa tipo benjamín contra la quilla de algo. Qué se yo, la pantalla del ordenador, para estrenar este pequeño blog.
He tenido 2347 dudas, creo, antes de salir al espacio exterior. Me siento responsable de esto, como de mi pez, y no quisiera que muriese de inanición. Además, supongo que esto es fruto de una autoestima tamaño chincheta: a quién le importa si ayer se me dobló por la mitad una tortilla de patata (?) (es la primera vez que me pasa tal obscenidad). ¿Realmente hay que proclamar a los cuatro vientos que un día de estoa voy a salir con una recortada a la calle? ¿Que quiero finalizar este año pormishuevos Vulcano The movie?
En fin, queridos fráteres y otros desconocidos, así son las cosas: avanzar y retroceder al mismo tiempo. Seguiré cabalgando las desiertas hectáreas de hormigón mental. Hoy estamos de suerte, no hay briefings peligrosos a la vista ni anónimos amenazantes. Podría bautizarse el día de hoy como un apacible viernes cuesta abajo, con vistas a una feliz siesta y móvil desterrado. Y si me porto bien, incluso voy a ir a ver Viaje a Darjeling, de mi querido Wes Anderson.